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Controla tu ansiedad cuidando lo que comes

Si estas teniendo problemas de ansiedad, te recomendamos ponerle atención a tu comida.

Presión arterial baja; el consumo de alcohol, cafeína, azúcar y la deshidratación pueden imitar síntomas de ansiedad. Para evitar que esto suceda, es importante llevar una dieta balanceada e hidratarse todo el día, se recomiendan de 6 a 8 vasos de agua al día.

Los refrescos contienen altos contenidos de azúcar y cafeína, sustituirlos por agua mineral puede ser una opción más saludable.

Aunque la nicotina no produce ansiedad, una vez que se consume, genera una dependencia que produce síntomas similares promoviendo su uso. De igual forma, aunque haya personas que dicen manejar su ansiedad con un trago de alcohol, este también puede generar una dependencia que puede llevar a problemas emocionales y físicos de otro tipo.

Una dieta que balanceada con verduras, carne blanca y grasas saludables puede ayudar a reducir los niveles de ansiedad, así como la descompensación en la presión arterial.

El cuerpo humano necesita una dosis balanceada de grasas, carbohidratos, proteínas y azúcar para mantenerlo sano, esta última es mejor si se consume de fuentes naturales como las frutas y no de jugos, dulces o escondida dentro de la comida que compramos. Aunque mucha gente no lo sabe, productos como las salsas de tomate enlatadas pueden contener el equivalente a más de 20 cucharadas de azúcar.

Para combatir la ansiedad también es importante visitar a su médico para que este lo guíe de manera correcta en caso de necesitar medicamento o ajustar su dieta mediante un nutriólogo.

La ansiedad está ligada a enfermedad física por lo que es importante poner mucha atención a todo lo que se consume.

Un artículo de la universidad de Harvard sugiere los siguientes tips:

  • Comer una dieta balanceada y saludable apegada a la dieta mediterránea,
  • Reducir el consumo de azúcar y comidas procesadas,
  • Reducir el consumo de cafeína, alcohol y tabaco,
  • Consumir alimentos ricos en zinc como granos enteros, ostras, brócoli, legumbres y nueces,
  • Consumir alimentos ricos en magnesio: pescado, aguacate, verdura de hoja verde
  • Consumir alimentos ricos en vitamina B: espárragos, verduras de hoja verde, aguacate, carne,
  • Consumir alimentos ricos en omega 3, ácidos grasos como el salmón,
  • Consumir alimentos ricos en probióticos como yogurt y algunas comidas fermentadas.

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